viernes, 26 de febrero de 2010

Advertencia

Si alguna vez sufres -y lo harás-por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni le perdones: deforma su memoria el rencoroso y en amor,
el perdón es sólo una palabra que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad,
porque el merecimiento aún de la adversidad mayor
está justificado si fuiste desleal a tu conciencia,
no apostando
sólo por el amor que te entregaba su esplendor inocente,
sus intocados mundos.
Así que cuando sufras -y lo harás-por alguien que te amó,
procura siempre acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota,
agradeciendo a quien te quiso el regalo fugaz de su hermosura.

De «Los vanos mundos»
Felipe Benítez Reyes.