Se encontraron en el desencuentro
Ahí donde la salida no trae más que silencio
Se miraron distinto.
Vieron las primaveras hacerse invierno
Frente a frente
Se cachetearon con palabras de guante blanco
y el destino les armó con viejas pistolas.
Padrinos del desasociego rezaron las pautas;
diez pasos, que eran cientos, girar y disparar.
Eterizados asintieron la pena
No saber amar tiene su castigo.
Al voltear disparó ella primero.
El cayó en el abismo y quedó ahí.
Estéril, silente, embrujado.
Ella sumó malicia y desidia.
Arrojó sales a su cuerpo.
Varios duelos habían herido su camino.
Se levantó. Se secó la cara.
Mientras ella le dejaba verdaderas mentiras
El le silbó.
Le recordó llevarse el olvido
para no tener que morir otra vez más.
sábado, 24 de octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
Rayito entre dedos

---Se coló la luz entre mis yemas.---dijo el índice.
El dedo se halló importante. Al brillo mágico del resplandor se floreó frente al anular. Siempre tan irónico por ser el mayor, el anular le observó orgulloso desde la huella dactilar de sus laberintos.
---Mirá la luz que he captado...— dijo el índice y agregó silencio.
---Qué buena está, pero verás, la luz la encuentro siempre, pues, sabés que me introduzco en lugares en los cuales la luz tiene otras formas.---
En un par de instantes luego, movido por una ola de endorfinas, el anular viajó a donde la luz se halla mojada.
El dedo se halló importante. Al brillo mágico del resplandor se floreó frente al anular. Siempre tan irónico por ser el mayor, el anular le observó orgulloso desde la huella dactilar de sus laberintos.
---Mirá la luz que he captado...— dijo el índice y agregó silencio.
---Qué buena está, pero verás, la luz la encuentro siempre, pues, sabés que me introduzco en lugares en los cuales la luz tiene otras formas.---
En un par de instantes luego, movido por una ola de endorfinas, el anular viajó a donde la luz se halla mojada.
domingo, 18 de octubre de 2009
Cierto desierto
Habrá más jorobados que camellos
Habrá más espejismos que oasis
Habrá más frutas amargas que dátiles
Habrá más intolerancia que semejanzas
Habrá más sequedad y más sombras
Habrá más arena en el paladar por no decir
Habrá cierto desierto incierto
Habrá también una caravana de ilusiones
En ese sinfín de caras raras
habrá alguien que sonreirá al mirar
estará en esa caravana que siente
todo el destino del mar.
Habrá más espejismos que oasis
Habrá más frutas amargas que dátiles
Habrá más intolerancia que semejanzas
Habrá más sequedad y más sombras
Habrá más arena en el paladar por no decir
Habrá cierto desierto incierto
Habrá también una caravana de ilusiones
En ese sinfín de caras raras
habrá alguien que sonreirá al mirar
estará en esa caravana que siente
todo el destino del mar.
lunes, 12 de octubre de 2009
Propina
De a poco se va gestando la ilusión. Acomodo mis pies sobre la mesa ratona. Copa de vino tinto fino. Me embriago de a poco el paladar hasta que me pica levemente. El tabaco suele tener otro sabor. Veo todo en su lugar. Estoy en la línea de partida. Riego el ambiente con uno de mirra. Para curar la casa, dicen. Suena el desenchufado de sting. There´re no sunshine when she´s gone. Disfruto la versión. El momento de la partida es a la vez el de la bienvenida. Encuentros con el piano de fondo. Encuentros con tu olor a jazmín y tus besos de tabaco. Ya no suena el móvil ni retumban los mensajitos escritos. El mundo sigue siendo lo cruel que es. Qué paradoja. Me siento afortunado. Busco lugar para poner otra foto de mis peques. Solitario y concentrado. Cada imagen me remonta un recuerdo presente. Como siempre sucede. Devoro unas exquisitas rabas y leo un poco del Kybalion. Todos esos libros dicen lo mismo. Me busco en un nuevo formato. Paciente y locuaz. Tomo otro poquito de vino. Abro el arcón de los afectos. Hoy decido estar solo. Conmigo. Recorro la casa. Reconozco los rincones del sitio. Con mis tiempos pausados y mis búsquedas interminables. Con mi color primario. Miro por la ventana y la noche me regala una lluvia. Saco mi cara y me mojo. Paso mis manos por el rostro. Me recuerdo. Me acuerdo de vos también. Me miro al espejo, mojado, y brindo con mi imagen. Ya no me duele aquello que sentí que dolería por siempre. No invento disculpas. No provoco peleas. No digo que no estoy. No escondo la verdad ni por protegerme de los semáforos y los atascos. Afuera ya diluvia. La contrapartida de lo que lloré alguna vez. Angustiarse es morir más rapidamente. Y eso, ya me pasó ayer. No recuerdo a qué hora pasó el reparto de soledades.
Sólo sé que nunca, ni por piedad, le doy propina al repartidor.
Sólo sé que nunca, ni por piedad, le doy propina al repartidor.
sábado, 10 de octubre de 2009
Deseo
Quiero estar con vos ahora, dentro de un rato y más tarde también.
Tengo un suspiro reiterativo que no para de oler ganas.
Tengo un suspiro reiterativo que no para de oler ganas.
Regalo
Dicen que el regalo llegó envuelto en papel de diario. Dicen que adentro había risas. Al abrirlo, el agraciado comenzó a leer las noticias del envoltorio. Dicen que el regalo se evaporó esperando. Dicen que desde ese tiempo los envoltorios se rompen para recibir. Eso dicen los que lo han escuchado. Eso hago por las dudas.
sábado, 3 de octubre de 2009
Anima(L)

Salmón en el río de anzuelos perdidos
que admira el destino de mar
Mono colgado en tu rosal
que aguanta espinas por tu cheiro de amor
Zorro que deambula las noches cerradas
que abre el zarpazo en colores
Serpiente de fría-mente
Dorado en el bosque lindo
Aguila que fue Icaro
y guardó las alas en el ropero
León que sueña en el teclado
su rugido leve de aprendiz
Potro que cabalga tus costados
en la doma tibia de tus caricias
Siempre perro leal de la calle
Algunas otras gato oscuro del kybalión
A veces y sólo a veces atrevido ser humano.
jueves, 1 de octubre de 2009
Provocadora

Alejandro Sanz,
La ola rompiendo sal en los pilotes
La ruina de haber sido quien no fui
El espejo que hace feo a mi narciso
Toda mi fortuna echada a la suerte
Morir en ocasiones para seguir viviendo
La estaca en el corazón que devora cuellos
siempre a punto de llegar no te alcanzo
provocadora o pro evocadora
Sé que me provocás…
y no sé porqué bajas la mirada.
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